Mussi Katz - Flickr - CC0 1.0
Reflexiones sobre el desafío de acabar con la violencia en medio del prohibicionismo en las drogas - Colombia
No creo que sea exagerado afirmar que Colombia fue, por una combinación compleja y dinámica de factores externos e internos, el más violento y fracasado laboratorio mundial de la cruzada contra las drogas ilícitas; una cruzada que jamás fue una metáfora para el país.
En esa dirección, el lugar otorgado por el presidente Gustavo Petro a las drogas en su agenda interna e internacional es, por todo lo dicho hasta ahora, muy congruente. Ha invocado la urgencia de abandonar la ‘guerra contra las drogas’, ha impugnado el prohibicionismo y ha llamado a reorientar las políticas públicas en la materia.
Con justificada razón, pues en esencia el mundo (y no solo Estados Unidos) es prohibicionista, ha recurrido a la idea de regularlas como modo de afrontar el desafío generado por las drogas en Colombia y en el exterior. Su enfoque es razonable y merece destacarse.