Prevencasa A.C.
México: Fentanilo, un síntoma más de un sistema descompuesto
El fentanilo, “50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina”, es la sustancia que ha acaparado la discusión sobre drogas durante los últimos meses. El nuevo enemigo de la mal llamada “guerra contra las drogas” logró que el narcotráfico y el consumo de sustancias evolucionaran; sin embargo, la estrategia para mitigar el peligro del fentanilo sigue operando bajo el mismo dogma del prohibicionismo. Mientras se invierten millones de dólares en esfuerzos para detener el tráfico, el mercado opera con normalidad, las sustancias llegan al punto de venta y las sobredosis siguen creciendo. La estrategia de combate contra el fentanilo se ha convertido en un síntoma más de un sistema podrido.
¿Cómo llegamos hasta aquí? Actualmente, Estados Unidos atraviesa una de las peores crisis sanitarias desde la llegada del VIH. Tan solo el año pasado más de 107,000 personas murieron por sobredosis, de las cuales 66 % estuvieron relacionadas con opioides sintéticos como el fentanilo. De esa crisis podemos señalar a varios culpables. Uno de ellos, la empresa farmacéutica “Purdue Pharma”, que durante las últimas décadas se encargó de presionar, financiar y moldear las regulaciones sobre opioides en el sistema de salud estadounidense para beneficio propio. Sus campañas resultaron en la mayor crisis de dependencia y sobredosis relacionadas a opioides en la historia del país. Tan solo de 1997 al 2007 los gramos vendidos de Oxicodona, el infame analgésico del cual obtenían ganancias, se incrementaron en 866 %. El impacto de su cabildeo fue tan grande que cambiaron la tendencia de consumo problemático de opioides.
Ahora, ¿qué tiene que ver esto con México? Frente al crecimiento exponencial de la demanda por opioides en Estados Unidos, el crimen organizado en México ha tomado cartas en el asunto. Si bien, hasta hace unos años la heroína era el opiáceo estrella traficado hacia el norte, las circunstancias del mercado han cambiado. En primer lugar, el opioide de abuso en Estados Unidos cambió de ser la heroína a los fármacos analgésicos como la Oxicodona.