Gobiernos latinoamericanos llaman a poner fin a la guerra a las drogas en Naciones Unidas
VIENA (13/14/2014) — Gobiernos latinoamericanos reunidos en Naciones Unidas han hecho hoy una llamada sin precedentes para poner fin a la guerra a las drogas, después de meses de intentar negociar una declaración conjunta.
"Los costos de la guerra a las drogas no solo son económicos, sino también humanos. Con la autoridad moral que nos da haber aplicado las recomendaciones de la comunidad internacional durante años hacemos un llamado a que se analicen las formas más eficaces de lograr estos objetivos, en el marco de la autonomía de los Estados", indicó el Ministro de Justicia colombiano, Gómez Mendez.
"Desde 1961, por la vía de una interpretación rígida y estrecha de las convenciones, se ha impuesto una única lógica para el control del uso del cannabis, que es la del control penal" - añadió Diego Canepa, representante de la delegación de Uruguay - "No tenemos ninguna receta mágica, pero la represión por sí sola no resuelve este problema. Tratamos de experimentar un camino que le robe el mercado al narcotráfico. No asumir el desafío y actuar en consecuencia sería un error imperdonable."
A este llamado se sumaron también México, Guatemala y Ecuador. México apuntó que es preciso propiciar políticas de salud por encima de la criminalización y una revisión profunda que cuente con la participación de la sociedad civil. Por su parte, Guatemala indicó que "la revisión de las convenciones que rigen las políticas de drogas es necesaria y que el debate hemisférico en América Latina está en marcha" Ecuador señaló que "ya son muchas las voces que abogan por un cambio de paradigma en el abordaje del fenómeno de las drogas."
Estas declaraciones históricas por la reforma tuvieron lugar en una reunión de la Comisión de Estupefacientes (CND) de la ONU – la agencia líder en materia de control internacional sobre drogas – que está teniendo lugar en Viena del 13 al 21 de marzo.
Las preparaciones para la CND de este año estuvieron marcadas por la discordia ya que reformas nacionales están desafiando a las políticas de drogas de línea dura. Los gobiernos que promueven políticas de justicia penal duras (como Rusia, Iran o Suecia) buscan frenar reformas históricas en los Estados Unidos y en Uruguay. Mientras tanto, un grupo de naciones, lideradas por países en América Latina y Europa, están apostando por la salud pública, los derechos humanos y las descriminalización de los delitos menores.
Joanne Csete, Directora Adjunta del programa de políticas de drogas globales de Open Society dijo, "la reconstrucción del sistema está sucediendo ante nuestros ojos. Durante décadas los gobiernos utilizaron a las Naciones Unidas para promover un enfoque uniforme y universal. El desacuerdo que estamos viendo hoy es la deconstrucción de la guerra a las drogas internacional".
Ann Fordham, Directora Ejecutiva del Consorcio Internacional sobre Políticas de Drogas dijo que "miles de millones de dólares se han desperdiciado, millones de personas han sido criminalizadas, miles de vidas se han perdido y los cárteles de la droga continúan siendo cada vez más ricos. Ante esta realidad, pretender que existe un consenso mundial sobre las drogas es inaceptable, y algunos gobiernos han encontrado el valor para hablar."
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