La reforma de las políticas de cannabis en Europa: de lo local a a lo nacional
Mientras que la reforma de las políticas de cannabis está cobrando impulso en las Américas, Europa parece estar quedándose a la zaga. Este es el caso de los Gobiernos de los países europeos, que persisten en negar los cambios del panorama normativo y se caracterizan por su inercia frente a los llamamientos que abogan por el cambio. En el plano local, sin embargo, el desencanto con el actual régimen del cannabis está propiciando el surgimiento de nuevas ideas. En varios países europeos, autoridades locales y regionales están estudiando posibilidades de regulación, ya sea presionadas por movimientos de base —en particular los clubes sociales de cannabis (CSC)— o debido a la implicación de grupos delictivos y la alteración del orden público.
Con la regulación de los mercados del cannabis recreativo en Uruguay y los estados de Colorado y Washington en los Estados Unidos en 2013, y la aprobación, en noviembre de 2014, de los referendos para votar esa misma regulación en Oregón y Alaska, se está dibujando un avance decisivo en las políticas convencionales sobre el cannabis. La actual tendencia normativa hacia la regulación jurídica del mercado de cannabis se ve cada vez más como un modelo más prometedor para proteger la salud y la seguridad de las personas y ha transformado el panorama de las políticas de drogas y los términos del debate. El modelo prohibitivo no ha conseguido demostrar un impacto sostenido en la reducción del mercado, y al mismo tiempo ha impuesto una pesada carga sobre los sistemas de justicia penal, dando lugar a repercusiones sociales y de salud pública profundamente negativas, y creando unos mercados delictivos que apuntalan la delincuencia organizada, la violencia y la corrupción.
Este informe presenta una visión general de las últimas novedades en Europa. En los Países Bajos, los municipios desean regular el abastecimiento de los coffeeshops, que actualmente está prohibido. En la capital de Dinamarca, Copenhague, y en las ciudades alemanas de Berlín, Frankfurt-am-Main, Hamburgo y Colonia, las autoridades locales están promoviendo dispensarios parecidos a los coffeeshops, con un suministro controlado. En España y Suiza, autoridades regionales y locales desean autorizar el funcionamiento de clubes sociales de cannabis, mientras que en Bélgica, Portugal, Francia y el Reino Unido están empezando a tomar fuerza varias campañas a favor del establecimiento de este tipo de clubes.
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