Vasos comunicantes... Derechos humanos, cultivo ilícito y desarrollo alternativo

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Vasos comunicantes... Derechos humanos, cultivo ilícito y desarrollo alternativo

2 noviembre 2018

¿Cómo podemos solventar las tensiones entre los enfoques actuales en materia de control de drogas y las obligaciones de los Estados con respecto a los derechos humanos? El marco internacional de de los derechos humanos especifica explícitamente que, en caso de conflicto entre las obligaciones contraídas por los Estados en virtud de la Carta de la ONU y sus obligaciones contraídas en virtud de cualquier otro convenio internacional, prevalecerán las obligaciones impuestas por la Carta. En un momento de auge de los mercados regulados de cannabis, es hora de reivindicar los principios del desarrollo alternativo, los derechos humanos y el comercio justo para garantizar un lugar legítimo a los pequeños productores en estos mercados lícitos.

Existen tensiones claras entre los enfoques actuales en materia de control de drogas y las obligaciones de los Estados con respecto a los derechos humanos. La necesidad de respetar los derechos humanos en las políticas de control de drogas goza ahora de una aceptación generalizada. Sin embargo, hasta la fecha, las políticas de reducción de la oowHferta se siguen aplicando a menudo de forma que se violan los derechos humanos de los cultivadores de subsistencia de coca, cannabis y adormidera, debido a la erradicación forzada y a los programas de sustitución de cultivos mal concebidos, que se traducen en consecuencias como la pérdida de medios de vida, la estigmatización y la marginación de pequeños productores, la extorsión, el encarcelamiento, el desplazamiento, la destrucción ambiental y la criminalización de prácticas culturales indígenas y tradicionales.

Al concebir la forma de avanzar para situar las políticas de drogas en torno al cultivo ilícito en sintonía con las obligaciones en materia de derechos humanos, los responsables de políticas podrían aprovechar algunas lecciones aprendidas con ciertas reformas que han dado buenos resultados para abordar el consumo, en especial en lo que respecta a la despenalización, la reducción de daños, la proporcionalidad de las penas, las alternativas al encarcelamiento y la participación de las poblaciones afectadas en la elaboración de políticas. En última instancia, en algunos casos, también será necesario cuestionar ciertas incoherencias y paradigmas obsoletos del régimen de tratados de control de drogas que representan obstáculos irreconciliables para armonizar realmente el control de drogas y las obligaciones de derechos humanos. Sobre todo en lo que atañe a los derechos indígenas, existe un conflicto innegable entre las obligaciones internacionales de derechos humanos y los tratados de control de drogas de la ONU.