Más de 30 organizaciones europeas reconocen el fracaso de las políticas de drogas y exigen un nuevo enfoque que priorice la salud, los derechos y la participación comunitaria.
Más allá de la culpabilidad del ex presidente, el país debe emprender un proceso de rendición de cuentas y cambio para garantizar que esta tragedia no se repita.
Los activistas en favor de la reducción de daños crearon el espacio como un acto de desobediencia civil, resaltando las deficiencias en la respuesta de salud pública del país para quienes consumen drogas.
El Gobierno afirmó que la iniciativa pretendía identificar cambios en las leyes, políticas y prácticas eficaces para reducir los daños relacionados con las drogas.