ONUSIDA hace un llamado a una respuesta bien financiada, basada en evidencia y que afirme los derechos humanos para contrarrestar la amenaza de la continuación y resurgimiento de la pandemia.
ONUSIDA destaca la importancia de la inversión, la reforma de políticas y la lucha contra las desigualdades para acabar con el sida como una amenaza pública para el año 2030.
Allen et al. revelan el valor de las intervenciones comunitarias para prevenir brotes de VIH, y destacan el potencial de ampliar los servicios para las comunidades de personas usuarias de drogas con el fin de evitar brotes.
ONUSIDA y el IDPC reúnen a los actores clave para identificar las prioridades en cuanto al abordaje del estigma que rodea a quienes consumen drogas, incluyendo la educación, la formación y la reforma de políticas.
PNUD y ONUSIDA se enfocan sobre la preparación para crisis, ofrecen principios y acciones clave, e ideas para la coordinación y prevención de futuras crisis.
EuroNPUD explora las pruebas de detección ofrecidas por la comunidad y la integración a la prestación de salud, evaluando mejores prácticas y actitudes sobre estos servicios.
ONUSIDA subraya la necesidad de ampliar la acción y la inversión en objetivos relacionados con el VIH para las personas usuarias de drogas a través de enfoques de salud pública.
AIDS 2024 reunirá a miles de personas que viven con el VIH, están afectadas por el virus o trabajan en él para compartir conocimientos, mejores prácticas y lecciones aprendidas de la respuesta al VIH.
ONUSIDA celebra el papel fundamental de las comunidades en la respuesta al VIH e insta a los responsables de la toma de decisiones a apoyar activamente su labor para salvar vidas.