Cannabis al sur y al norte de la frontera: un mercado en Estados Unidos y una guerra en Colombia

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Cannabis al sur y al norte de la frontera: un mercado en Estados Unidos y una guerra en Colombia

4 octubre 2021

Por Laura Vásquez Roa, Vist

Es casi la medianoche del 3 de noviembre de 2020 y 102 congresistas de los partidos más conservadores celebran un triunfo: hundieron el proyecto de legalización de la marihuana con fines recreativos en Colombia. La victoria fue contundente, del otro lado solo se consiguieron 52 votos. Las redes sociales de varios de estos hombres de la política anuncian las “buenas noticias” y su propósito de seguir adelante “en la defensa de nuestros niños”.

Casi en paralelo, en Estados Unidos los ciudadanos de cuatro estados votaron a favor de la flexibilización para cultivar y consumir cannabis. Un mes más tarde, el 5 de diciembre, la Cámara de Representantes de ese país aprobó una legislación que buscaba descriminalizar la marihuana a nivel federal. Aunque el proyecto se estancó en el Senado, el apoyo fue significativo. Entre tanto, el mercado de productos con CBD y el THC como ingrediente principal, florecen.

Eso ocurre en el norte del continente, mientras la DEA (Drug Enforcement Administration u oficina para el control de drogas de Estados Unidos) mantiene operaciones en América Latina, persiguiendo y capturando a quien cultive o trafique marihuana, entre otras drogas.

Las tareas prohibicionistas sobre Latinoamérica y la permisividad en Estados Unidos frente al uso de la marihuana, no parece tener sentido. Una gran contradicción se presenta con cinismo. Al fin y al cabo, es el mismo país operando de forma opuesta a lado y lado de la frontera. ¿Cómo se explica esta incoherencia? El doble rasero de la política de drogas actual de la potencia más grande del mundo se muestra paradójico y a primera vista incomprensible, pero tal vez no lo es tanto.