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Nueva estrategia de control de drogas de Biden: Enfoque largamente esperado de reducción de daños y otras conclusiones
Por John Walsh/WOLA
El lanzamiento de la primera estrategia nacional de control de drogas de la administración Biden el día de hoy ocurre en medio de una crisis de sobredosis de drogas de una gravedad sin precedentes, que tan solo en los últimos 12 meses ha dejado más de 106.000 personas muertas.
El documento de 152 páginas, que fue enviado al Congreso, detalla las propuestas de la administración para abordar los problemas de drogas del país con acciones que incluyen: mejorar el tratamiento de las adicciones, invertir en la reducción de daños, abordar el narcotráfico y mejorar la recopilación y evaluación de datos.
A continuación, cinco conclusiones iniciales de la primera estrategia de control de drogas del presidente Biden:
Una esperada modernización de las políticas de drogas de EE. UU. para apoyar la salud pública
La estrategia publicada hoy es un primer abordaje a esa respuesta, especialmente al centrarse en garantizar el acceso al tratamiento por usos problemáticos de sustancias y destacar el papel crucial de los servicios de reducción de daños.
La primera estrategia de EE. UU. en incluir un capítulo sobre reducción de daños
El reconocimiento y adopción de Programas de Servicio de Jeringas (Syringe Service Programs, SSP) es un paso especialmente significativo en la estrategia para la política de drogas de Estados Unidos. Como señala la estrategia, los SSP y otros servicios de reducción de daños “salvarán vidas, mejorarán la salud y probablemente tendrán un beneficio económico favorable para la sociedad”.
Avances notables corren el riesgo de verse socavados por la continuidad de enfoques que ya han fracasado
Las innovaciones positivas de la estrategia de Biden con respecto a la inversión en tratamiento y estrategias de reducción de daños corren el riesgo de verse socavadas de mantenerse el tipo de políticas que han exacerbado la crisis actual y que continúan absorbiendo la mayor parte de los recursos: la criminalización de drogas y expectativas exageradas de lo que se puede lograr por medio de esfuerzos de control de la oferta en el extranjero.
Destaca apuntar a las ganancias financieras para desbaratar el narcotráfico internacional
Priorizar la aplicación de la ley en las ganancias que fluyen hacia los escalones más altos de las redes de tráfico tiene más sentido que atacar los medios de vida de subsistencia de los agricultores. Aun así, las expectativas sobre el tipo de impacto que se puede lograr al enfocarse en las finanzas y las ganancias deben moderarse.
Los claros límites de lo que se puede lograr a través del control de la oferta bajo el marco prohibicionista predominante destacan la urgencia de abordar las necesidades inmediatas a través de intervenciones que generen impactos directos y positivos para salvar vidas, especialmente servicios de tratamiento y reducción de daños a mayor escala.
Invita a una nueva perspectiva con respecto a los datos relacionados a las políticas de drogas
El nuevo enfoque de Biden reconoce la necesidad de considerar “la gama completa de tendencias y actividades, incluidos los patrones de consumo, las consecuencias del uso de drogas, la prevención, la reducción de daños, el tratamiento, la recuperación, la producción, el transporte y la distribución de drogas por parte de las organizaciones narcotraficantes, y muchos más”, como la base para formular políticas eficaces.