En la medida en que la crisis del COVID-19 empeora la situación de violencia de género, el apoyo de pares ofrece una alternativa de salvación para mujeres que consumen drogas.
Drugreporter y el INPUD documentan cómo las personas que consumen drogas en todo el mundo se han organizado para proteger y defender los derechos de su comunidad.
Unas 3,000 personas en todo el mundo, como en el caso de Merri Utami en Indonesia, están a la espera de ejecuciones ordenadas por el Estado por delitos relacionados con drogas.
El impacto de la pandemia del COVID-19 en las mujeres trans privadas de la libertad ha sido desproporcionado comparado con otros grupos, en particular, por las diversas interseccionalidades que atraviesan sus vidas.
LANPUD y otras redes de poblaciones clave instan a la comunidad internacional a garantizar el acceso a los servicios de salud, la calidad de la atención y el acceso a los medicamentos.
Además del autocultivo, el proyecto de texto autorizará la venta en farmacias, el cultivo y la producción pública y ampliará las patologías que pueden tratarse con cannabis.