Pacientes enfrentan mayores costos y demoras en el acceso a tratamiento debido a incompetencia en el manejo de las cadenas de suministro por parte del gobierno.
Una mayor autonomía de decisión por parte de la policía se ha traducido en la “ampliación de la red”, lo cual significa que hay más personas entrando en contacto con el sistema legal penal.
Expertos en drogas dicen que reclasificar el GHB sólo servirá para estigmatizar más aun a quienes consumen drogas, en lugar de mitigar la conducta criminal.
Provisión insuficiente de atención de salud y prácticas médicas negligentes complican los retos de una alevosa provisión de drogas y ponen en peligro las vidas de personas que consumen estas sustancias.
Según la legislación, el 40 por ciento de los ingresos por impuestos derivados del cannabis apoyarán a comunidades marginalizadas afectadas de manera desproporcionada por arrestos relacionados con drogas.
Puede decirse que las políticas neozelandesas referidas a fiscalización de drogas son actualmente arcaicas a la luz de la orientación más progresista que están asumiendo sus aliados.
La producción de coca dio un paso adelante para ser monopolizada por el Estado, lo que les daría un mayor control sobre su producción y comercialización.