El espacio para consumo seguro en Oporto acoge a cientos de consumidores de drogas muy vulnerables que disfrutan de un espacio libre de juicios, que ofrece acceso ágil y voluntario a servicios de asistencia y apoyo.
En el acto se reconocieron los perjuicios de las políticas de drogas para los jóvenes y las personas marginadas, y se instó a dar prioridad al apoyo sobre el castigo.
El IDPC se une a más de 30 organizaciones de todo el mundo que piden que se ponga fin a la operación Yukthiya y que, en su lugar, se allane el acceso voluntario a una atención basada en pruebas.
El IDPC se unió a organizaciones de 53 países para defender el éxito del modelo cooperativo de cultivo de cannabis, cuya utilidad continúa inspirando cambio en jurisdicciones en todo el mundo.
Los resultados preliminares sugieren un retroceso del abastecimiento ilegal, valoración positiva por la opinión pública y tasas de uso por jóvenes similares a países vecinos.
Mientras un tercio se quedaría en Defensa y Policía, la mayoría de los fondos se dedicarán a inversión rural y desarrollo de productos legales a base de plantas bajo fiscalización.
Las respuestas coercitivas prometen mejores resultados sanitarios cuando, en realidad, empujan a miles de personas a situaciones de mayor vulnerabilidad e inseguridad.
2024 debe ser la ocasión para que la comunidad internacional debata seriamente cómo alinear las políticas de drogas con la salud, los derechos humanos y el desarrollo sostenible.