Los espacios seguros para el consumo de drogas evitan muertes por sobredosis y reducen el riesgo de transmisión de enfermedades, pero obstáculos políticos y burocráticos siguen retrasando la puesta en marcha del primer espacio de inyección supervisada en Dublín.
Aunque la legalización de las sustancias psicodélicas es un paso positivo hacia la reforma de políticas mundiales referidas a drogas, ésta no debe hacerse a expensas de las comunidades indígenas, que vienen utilizando plantas psicoactivas para la curación emocional, física y espiritual desde hace siglos.
De conformidad con los países vecinos, el Ministro de Economía belga se muestra partidario de un modelo de cannabis legalmente regulado, para orientar mejor a los consumidores, prohibir la venta a menores y redirigir hacia el Estado los ingresos del entorno delictivo.
Comunidades cultivadoras que dependen de este cultivo como fuente de ingresos acogerían con satisfacción la posibilidad de transitar a la formalidad, sin estigma ni criminalización.
Si bien los estragos de las fuerzas represivas del estado sobre el bienestar de las personas usuarias son conocidos, menos discutidos son los impactos de la institución médica.
El IDPC se une a decenas de ONG en solicitar que la próxima conferencia sobre políticas de drogas entre Colombia y México marque distancia con el enfoque bélico y construya una estrategia regional basada en la evidencia, la salud pública, la participación y el respeto a los derechos humanos.
Aunque no se trata de un modelo de regulación integral, la nueva legislación permite a los adultos poseer hasta tres gramos de cannabis y cultivar hasta cuatro plantas en un lugar seguro.